Los agricultores y las familias utilizan fertilizantes químicos a diario para ayudar a que crezcan los cultivos y también los jardines. Para esto debes de contar con los mejores fertilizantes del mercado como lo son, ya sea para un pequeño jardín de flores y plantas, o un terreno con miles de acres de cultivos este fertilizante es la mejor opción para tus plantas.
Se han desarrollado diversos tipos de fertilizantes para ayudar a que diferentes cultivos crezcan en diferentes condiciones de suelo y clima. Por lo que todos podamos disfrutar de los beneficios de los fertilizantes.
El gran alcance de los fertilizantes químicos está fuera de duda: estos cuentan con características orientadas a satisfacer las altas expectativas y necesidades de la agricultura intensiva.
Algunos de los beneficios que proporcionan este tipo de productos son los siguientes:
Los espacios y superficies para la actividad agrícola son optimizados gracias a los fertilizantes químicos.
Además de mejorar la absorción de los nutrientes del suelo, estos fertilizantes incrementan hasta en un metro la profundidad de las raíces: así, las plantas son mucho más firmes y pueden nutrirse de forma plena de las aguas subterráneas.
Diferentes elementos del suelo como niveles muy bajos y altos de acidez pueden ser corregidos con la aplicación de fertilizantes químicos que complementan otros compuestos y procesos, como el encalado.
El uso moderado y consciente de estos productos, como valor añadido a otros naturales y amigables con el medio ambiente, ayuda a que los suelos agrícolas mantengan su calidad y fertilidad para nuevos ciclos de producción de las plantas.
Los fertilizantes químicos al tener propiedades químicas específicas e índices precisos de diferentes nutrientes, compuestos y valores.
Por ese motivo, en el mercado podrás encontrar productos ajustados a tus necesidades, los cuales tienen los valores y características concretas para atender tus requerimientos ante determinadas situaciones o fases del ciclo de producción.
El primer paso es descartar otros problemas: riego, iluminación y humedad.
La planta tiene hojas amarillas y pequeñas. Las hojas de la parte baja se ponen amarillas y las más nuevas se ponen de un color verde pálido. Esto ocurre cuando hay poco nitrógeno pues este es el que les da el color verde.
La planta no crece ni tiene hojas nuevas: Si además tiene hojas amarillas, podemos estar frente a una deficiencia de potasio.
Las hojas más viejas están de un color verde: Bien oscuro pero apagado que luego cambia a un tono rojizo o púrpura, luego se secan. Esto indica carencia de fósforo.
Si las hojas se ven amarillentas en el centro pero el borde y los nervios siguen verdes, es porque le falta hierro.
Cuando los bordes de las hojas lucen amarillentos y secos indica falta de potasio. Puede parecerse a los síntomas de la falta de magnesio, pero esto afecta más a las hojas nuevas.
Las hojas más viejas lucen amarillas entre los nervios y los bordes, a excepción de una porción verde en la base. Esto es un signo que indica deficiencia en magnesio.
Revisa los brotes inferiores, que son los más antiguos. Si tienen alguna decoloración o problema, indica que le hace falta algún microelemento (NPK) pero si las hojas con problemas son las más nuevas, que se ubican en la parte superior entonces lo que le falta son los microelementos.
Si has usado fertilizantes y persisten estos problemas, es porque el PH alto del suelo debe estar interfiriendo con la absorción de los elementos.
Los fertilizantes químicos deben usarse en la época adecuada. Fertilizar una planta cuando no es el momento justo puede quemar sus raíces o afectar su crecimiento. Si bien cada especie tiene sus propias preferencias, la regla general es hacerlo durante primavera o verano, pues es la época de crecimiento de las plantas. Fertilizar en invierno es innecesario y puede perturbar el equilibrio de la planta, pues es la época de reposo, así que te recomendamos no utilizar fertilizantes en esa época del año
Las plantas de interior pueden ser fertilizadas una vez al mes con fertilizante líquido, esto durante primavera, verano y principios de otoño. Las plantas de exterior tienen sus necesidades muy particulares, sobre todo las que dan frutos y están plantadas directamente en el suelo. Trata de aplicar el fertilizante durante la hora del día más fresca, para que las raíces puedan absorber mejor los nutrientes.
El uso de los fertilizantes químicos dependerá del tipo. Con esto sólo hay un consejo válido la etiqueta del fabricante y sigue las instrucciones. Cada marca es diferente, las concentraciones cambian. No todos los fertilizantes líquidos se usan igual, así que lo ideal es siempre leer la etiqueta y seguir las indicaciones. No improvises porque puedes matar tus plantas. Dicho esto, es importante saber que los fertilizantes vienen en 3 presentaciones diferentes.
Fertilizante líquido: Se mezclan con el agua de riego en la regadera, siguiendo las indicaciones del fabricante. Su efecto es muy rápido, por lo que tienen un efecto corto y deben aplicarse con frecuencia; sin embargo al ser fácil de usar y tan rápidos, son muy populares.
Fertilizante granulado: Se esparce en el sustrato y actúa con el agua del riego. Se disuelven con facilidad y deben aplicarse con un poco menos frecuencia que los líquidos.
Fertilizantes de liberación prolongada: vienen en forma de barritas o pastillas sólidas que se entierran cerca de las raíces de las plantas. Se disuelven con mucha lentitud con cada riego, ofreciendo nutrientes a un ritmo constante.
En Primavera, puedes comenzar cuando los días comienzan a hacerse más largos y las temperaturas comienzan a subir, pues estos cambios medioambientales las saca de su estado de reposo. Trata de no aplicar el fertilizante con la concentración que indica el fabricante, es mejor diluirlo a la mitad durante las 3 primeras dosis. Esto es porque las plantas apenas se están despertando del invierno, comenzando su ciclo de crecimiento y no requieren tanto fertilizante.
En Verano, puedes comenzar a fertilizar de forma regular. La frecuencia de aplicación dependerá del tipo de fertilizante que estés utilizando.
En Otoño, antes de que desciendan las temperaturas, debes disminuir la cantidad y frecuencia del fertilizante. Puedes usar la mitad de lo que indica el fabricante 3 o 4 usos antes del inicio del invierno.
En invierno no debes fertilizar, a menos que residas en un lugar con temperaturas templadas o en los que no hay muchos cambios de temperatura; sin embargo, en esta época debes usar la mitad del fertilizante y disminuir la frecuencia a la mitad también.
Encuentra fertilizantes químicos de excelente calidad en Exmigro. Estamos para apoyarte y guiarte de la mejor manera. ¡Obtén más información!